En las habitaciones que dedicamos para
estudiar o trabajar debemos procurar que la mesa no quede ni dando la espalda a
una puerta ni contra la pares. Si no dispones del espacio suficiente,
situaremos la mesa de tal forma que al sentarnos la puerta quede a un lado y la
ventana a otro. Debemos evitar exponerla a la fuerza de la energía que se crea
entre una y otra. Pero si resulta imposible mantener el control de la puerta
por la colocación de los muebles lo impide, se puede poner un espejo en la
pared para que la refleje.
En cuanto donde se debe colocar la cama en la
habitación, debemos intentar que esta quede fuera del camino que la
energía recorre en la habitación desde la puerta hasta la ventana. Nunca se debe
colocar el cabecero o los pies de la cama apuntando directamente hacía la
puerta. Una ubicación equivocada de la cama puede impedir que la energía se
desplace correctamente por la habitación.
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